martes, 13 de agosto de 2013
La fruta prohibida
El amor es como un árbol. El tronco es la razón principal por la que te gusta esta persona. Esa cosa que hace suspires por dentro, eso que te encanta y que cuando lo ves no podes evitar sonreír. Después las ramas. Son esos detalles divinos que te empiezan a gustar porque ya amas a esa persona. Las ramas crecen de un tronco, las tonterías que te gustan de esa nacen del amor ya plantado. Te das cuenta que un árbol crece porque tiene más ramas, porque le salen nuevas hojas o nuevas raíces. El amor, claramente, se trata de lo mismo. Si no se agranda, no lo sentís crecer. Yo pienso siempre en lo mala que es la rutina para estos casos. En el caso de que el amor no se intensifique, por más grande que sea, se vuelve rutinario. Y no sentís nada que te recuerde que lo amas, porque te acostumbraste ¿Existe eso? ¿La costumbre de amar a alguien? Por ahora no me pasó, pero veo que a los adultos les pasa. Suena horrible. Este sentimiento no es una costumbre, es algo mágico. Te acentúa las ganas de vivir. Quiero negarme a pensar que puede volverse algo aburrido, y menos que hay gente que se da por vencida con ese cultivo ¡Hagamos una casa del árbol! ¡Atémosle una hamaca! Inventemos lo que sea. Pero no, nunca me sueltes la mano.
martes, 6 de agosto de 2013
Titilar
Les voy a tirar la posta de la vida. La vida no se trata no esperar nada de nadie, ni de vivir cada momento como si fuese único. La vida se trata de mirar al techo solo. La vida se trata de agarrar esas tristezas que tenes y untártelas en todo tu ser, porque hay que aceptar que la vida es así. La vida te va a dar momentos tristes que te recuerdan, después, que los momentos felices existen. Y la vida te va a acariciar con esa bola de sentimientos que están dentro de tu corazón y vas a tener que apreciarlos. Porque la vida sin sentir no sería vida, sería una actividad robótica. Así que cuando pase por adelante tuyo, agarrala, hacela un boyo y cuidala como creas que se debe. Y no desperdicies ninguna oportunidad. Ninguna. Por favor.
lunes, 6 de mayo de 2013
La vida, como el aire, es un espiral
A veces no sé si creer. Quiero creer que la gente cambia, pero no es así. No hay una ley natural que explique qué cosas se cambian y qué cosas no. Yo soy muy distinta a lo que era hace 3 años, pero no podría cambiar en una semana una actitud mía de toda la vida. Ahora, en estos momentos de mi vida, me estoy preguntando cómo darme cuenta cuáles son esas actitudes que las personas van a tener toda la vida. Yo soy de las personas que dicen que hay que aceptar los defectos, pero qué pasa si te dicen que esos defectos los van a cambiar, entonces no te gastas en aceptarlo? Te venden una mentira, como mucha gente, y ese es otro defecto que no estaría preparada para aceptar. Si tuviese que dibujar la vida de alguna manera, la dibujaría como un espiral
miércoles, 20 de marzo de 2013
Una demostración por favor
Uno tiende a creer las cosas cuando son demostradas por actos. No por saber pronunciar determinadas palabras voy a creerte. Hay que sentirlo. Hay que vivirlo. Las cosas se demuestran. No demuestres que te alejas.
miércoles, 9 de enero de 2013
Estirate un poco más
Un día, no recuerdo bien cuál, aprendí, no se bien cómo, que la locura en cierto grado no es mala. Los locos son los diferentes. Los que hablan solos. Los que se ríen demasiado alto. Los que cantan en la calle. Los que sacan la lengua de un auto al otro. Son esos que al conocerlos a la gente se le presentan dos opciones; reír con ellos o mirarlos de mala manera.
Lo diferente siempre es criticado, eso ya lo sabía, pero aprendí que si sos criticado sos importante. Sos diferente. Sos revolucionario. Y eso es lo que yo busco para mi vida. Quiero que la gente se sorprenda por lo que haga, y no que lo dejen pasar por ser normal. Solo me voy a dejar llevar y, como toda mi vida hice, ignorar la mirada del otro.
Lo diferente siempre es criticado, eso ya lo sabía, pero aprendí que si sos criticado sos importante. Sos diferente. Sos revolucionario. Y eso es lo que yo busco para mi vida. Quiero que la gente se sorprenda por lo que haga, y no que lo dejen pasar por ser normal. Solo me voy a dejar llevar y, como toda mi vida hice, ignorar la mirada del otro.
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